martes, 15 de junio de 2010

Mediación pedagógica y Didácticas específicas

Con la aplicación de la mediación pedagógica, el docente tiene que reelaborar los fines de la educación y multiplicar los destinatarios de la misma, por lo tanto es necesario reflexionar sobre la función social del saber que se obtiene y se desarrolla a través de esta aplicación, donde necesariamente entran en escena todos los actores sociales, en especial el maestro y el alumno, al igual que los elementos como el conocimiento, las tecnologías informáticas y la cotidianidad de su contexto.


Al analizar las relaciones dialécticas que se establecen en la bidireccionalidad del proceso de comunicación podemos externar que el resultado es un proceso didáctico para el profesor.

Me parece también que es importante destacar que mientras un mensaje no tenga significado para el alumno, llámesele discurso oral o escrito, texto, formula, esquemas gráficos, etc., es decir, cualquier objeto de aprendizaje sea el canal que sea por el cual se envíe, no será codificado ni decodificado, por lo que no habrá respuesta y no habrá aprendizaje significativo.

Entonces, sensibilicémonos primero en aprender a ser; a hacer y construir trabes de proyectos y deberes que nos guíen a convivir; reconociendo la capacidad y dignidad de los demás; darnos cuenta que somos parte de una sola familia (el ser humano) en el que todos los intereses están relacionados, por lo que no se puede dar el bienestar individual, sino colectivo. Llevándonos a aprender a aprender; entender y manejar los procesos de la atención, memoria, comprensión, análisis, creatividad, pensamiento lógico y la investigación. Con ello aprender a hacer leyes, causas, procesos; siendo creadores de iniciativas y leyes. Debemos a aprender a manejarnos nosotros mismos, a utilizar nuestro propio tiempo, a manejar nuestras relaciones, a administrar nuestros bienes, a utilizar cuanto nos rodea; sabiendo todo esto debemos saber aprender a disfrutar que las letras no entran con sangre sino con amor, que nuestra labor es hermosa por lo que debe de ser una trasmisión de aprendizaje de disfrute y enamoramiento en el saber, llevándonos a un espontáneo deseo de aprendizaje.

domingo, 6 de junio de 2010

APRENDIZAJE Y COMPETENCIAS

¿EL APRENDIZAJE ES ALGO TAN TRIVIAL QUE SE PUEDE OBSERVAR Y MEDIR CON BASE EN UNAS SIMPLES PREGUNTAS A PROPÓSITO DE UNOS CONTENIDOS CUALESQUIERA?


No, el aprendizaje no siempre puede ser observable o medible, ya que de acuerdo a la concepción de aprendizaje significativo, este tiene que ver con la movilización de estructuras cognitivas y que implica un proceso de asimilación, acomodación y restructuración. Aprender no es tan fácil como se cree, este tipo de aprendizaje no tiene que ver con la memoria, ni con los contenidos como tradicionalmente los concebimos (información) tiene que ver con su utilidad en situaciones reales y que nos ayuden a resolver los problemas cotidianos que nos enfrentamos con la vida diaria y pueden ser académicos, personales, laborales, etc.

Después de haber leído la lectura “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias, de Xavier Vargas Beal”; confirmo que las nuevas generaciones de jóvenes reciben el aprendizaje no digerido, uno lo acumula, en un proceso de asimilación, para que se incorpore y lo pueda hacer significativo. Obvio Creando un clima de motivación; con la confianza, dinámicas y estrategias; que lleven al grupo a digerir más conocimientos.

Aunque no conocía sus bases del aprendizaje, las desarrollaba empíricamente; proporcionando los conocimientos significativos a los alumnos, para que se desarrollen y se desenvuelva en nuestra sociedad.

En conclusión, el alumno crea su propio ambiente de conocimientos, el maestro orienta, guía y es el facilitador del aprendizaje, trasmitiéndole sus conocimientos al educando.



¿QUÉ CONCEPCIONES DE APRENDIZAJE NOS PARECEN CONGRUENTES CON EL ENFOQUE POR COMPETENCIAS Y POR QUÉ?

El Aprendizaje por descubrimiento nos permite experimentar, aplicar los conocimientos adquiridos en diferentes contextos y es una pretensión de las competencias, poner en práctica la teoría.

Del aprendizaje significativo tome que las competencias se desarrollan a través de otras, de las simples a otras más complejas ya que se van integrando los conocimientos, habilidades y actitudes que nos ayuden a resolver situaciones problemáticas y aquí es en donde el alumno podría ver la viabilidad de los aprendizajes, haciéndoles así significativos.

Para el desarrollo de competencias también tiene que ver la psicología cognitivista de la cual se retoma dos tipos de condiciones las internas que tienen que ver con la disposición para aprender con las circunstancias que rodean al aprendizaje, y esto tiene que ver el aprender con otros y a través de otros, por eso el trabajo colaborativo retoma mucha importancia en la enseñanza por competencias.

Las concepciones del constructivismo, en donde el alumno construye su propio conocimiento a partir de conocimientos previos se van integrando otros esquemas cognitivos a partir de los andamiajes que el docente puede propiciar.

martes, 11 de mayo de 2010

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA

Mi práctica como docente inició en 1995, recién egresado de la carrera de ingeniería en sistemas de potencia, de la rama de ingeniería eléctrica de la escuela Superior de ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Unidad Profesional Adolfo López Mateos (ESIME-Zacatenco).
Doy las asignaturas de Instalaciones eléctricas residenciales, comerciales e industriales que se imparten en 3o, 4º y 5º semestre en la Carreta de Técnico en Instalaciones y Mantenimiento Eléctricos, en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos No 11.
A los problemas que me enfrente, pensé, que era lo mismo realizar una tarea que planear una clase, topándome que tenía que iniciar investigaciones documentales; aunque tenía la experiencia profesional y sabía las teorías y la resolución de problemas no sabía cómo trasmitir los conocimientos a los chicos.
Quise acercarme a mis compañeros docentes del área, sin embargo recibí rechazo por parte de ellos, debido a que son profesores que tienen una experiencia de más de 15 años; teniendo establecidos sus métodos de enseñanza y el material que utilizan semestre tras semestre en las asignaturas que imparten y dado a que se me hacia repetitivo ese material que era utilizado desde que yo era estudiante; empecé a buscar otras opciones y a crear nuevos materiales , utilizando las herramientas que se tienen como son la computadora, proyector de acetatos y de video.
Este trajo como consecuencia que mis compañeros se molestaran conmigo y manifestaran que estaba alterando la forma de enseñanza aprendizaje y con ello traía como con secuencia que los alumnos iniciaran reclamos ante ellos.
En mi trayectoria como docente, me encontré que aunque tuviera toda la experiencia y el material adecuado, todavía había mucho camino que por recorrer; que por no tener la experiencia como catedrático se me salía de las manos el control de la clase, reconozco que en mi primer año fu de aprendizaje para mí como para mis alumnos, empecé a darme cuenta que no era solo planear clases, sino buscar estrategias que me ayudaran a mejorarla y llamar la atención, haciéndola dinámica y participativa.

En el camino recorrido como docente, mis compañeros que estaban en desacuerdo con una nueva implementación y los cambios de enseñanza, reconocieron que todas estas novedades que quise implementar, habían dado buenos resultados y se mostraron interesados y hoy en día son los métodos que ellos utilizan; habiendo una retroalimentación.
He aprendido que esta profesión es maravillosa, me llena de orgullo ser mentor y estoy seguro que para continuar con esta tarea, es necesario seguirse actualizando, en el año próximo pasado concluí el diplomado de Formación y Actualización Docente y actualmente estoy cursando la Maestría en Educación.

comentarios de la lecturz La Aventura de ser maestro

Esta lectura me pareció muy interesante y reflexiva, ya que nos muestra una visión real de lo que se vive en el aula y los planteles, paradigmas que no se han podido superar, como lo señala la lectura los docentes al inicio de nuestra carrera aprendemos del ensayo y el error y ya está de uno modificar la actitud y buscar estrategias de aprendizaje; es importante señalar que actualmente en estos últimos años se ha tratado de capacitar a los profesores y de la importancia que esto tiene para proporcionarles mayores beneficios a los estudiantes, sin embargo si se ha visto resistencia para abordar estos cambios.
Sabemos que todo esto de prepararnos y capacitarnos, los beneficios esperados no se van a ver reflejados a corto plazo, tendrá que pasar un buen tiempo para notarse los beneficios reales y estoy convencido que un docente capacitado y actualizado sabrá guiar con responsabilidad la educación que requieren los jóvenes actuales; recordemos que estamos en un par de aguas, en donde ya nos rebasaron las nuevas tecnologías y ahora los profesores somos los guías y facilitadores del conocimiento, porque actualmente los adolecentes pareciera que ya traen un chip integrado y esto hace mayor la responsabilidad del docente, ya que tiene que guiarlo para que esto que ya sabe lo canalice en beneficio propio.

Los saberes de mis estudiantes

ESPECIALIZACION EN COMPETENCIAS DOCENTESMODULO 2 UNIDAD 1Los saberes de mis estudiantesLos jóvenes de hoy en día están dotados con un gran potencial de conocimiento, adquiridos a través de su aprendizaje en el aula y la vida, prueba de ello que cuan do nacen pareciera que ya traen integrado un chip, esto es porque día a día la tecnología va cambiando, un solo ejemplo son los tipos de juguetes que tienen; ¿En donde están , los trompos, los yoyos, el balero, las canicas, etc), nos encontramos ahora en el PlayStation, Nintendo, el Wii, etc. En el transcurso de estos juegos van adquiriendo conocimientos y habilidades sobre el uso de las computadoras y con ello, el internet. De mis apreciaciones como maestro, comparto con todos ustedes a continuación la respuesta a las interrogantes:1.- Lo que nuestros estudiantes saben hacer en internet.En general, el internet es una herramienta que los alumnos de nivel básico (primaria y secundaria) utilizan para acreditar una competencia, aunque debo de hacer mención que los niños de 4º año de primaria la están utilizando como medio de consulta para sus trabajos y tareas, y en el medio superior, yao es una necesidad más que elemental. Los estudiantes de este último nivel, utilizan la computadora básicamente con dos propósitos, procesador de textos y uso de internet; la red del ciberespacio es empleada por nuestros jóvenes entre otras cosas para:1.- Básicamente lo hacen para bajar música.2.- Como entretenimiento en revisar videos de youtube.3.- Para obtener información de wikipedia a encargo de algún maestro.4.- Cuando sienten interés por algún tema de su agrado, bandas de rock, estilos de vida de personajes juveniles, organización de comunidades, etc.5.- Utilizan este medio para conocer y establecer redes sociales de moda como: La jaula y otros. Que son para jóvenes de todas las escuelas.6.-Utlizan las redes sociales como Hi5 y otras para ligar y conocer otros jóvenes.7.- Usan mercado libre para comprar o vender.8.- Algunos cuentan con experiencia para realizar sus blogs personales o de grupo.9.- También quién tiene experiencia promueve el diseño y elaboración de las páginas web por negocio.
2.- ¿Qué podemos hacer para aprovechar esos saberes en el aula?.Un grupo de profesores del IPN hemos tenido la inquietud de comprar una página, tenemos como propósito subir lecturas, reactivos, material didáctico, que ayude a los maestros de todas las asignaturas para poder desarrollar mejor su cátedra; para los jóvenes, se les dan las herramientas necesarias para que puedan consultar las matarías si algún tema no lo entendieron o solo poder realizar ejercicios de alguna asignatura; es un proyecto muy ambicioso por ello se está proyectando y esperamos que llegue a funcionar a finales de este año, la pagina es http://www.academicossindidal.ipn.com/, aclaro está en construcción pero tenemos la intención de invitar a todas las universidades del país. No sé si lo logremos pero tenemos esa inquietud.
Los que trabajamos en el nivel medio superior, podemos aprovechar estos y competencias sobre el uso del internet de la siguiente manera:1.- Primeramente considero que es importante identificar a través de un diagnóstico, el nivel de conocimientos sobre el uso de internet (hacer reuniones de academias para enlazar las asignaturas, obvio aquí tendrá un papel importante la asignatura de computación).2.- Consultarles si les agradaría hacer uso de internet para apoyar algunas actividades de la materia que se imparte.3. Buscar alternativas para que quienes no poseen una computadora, cuenten con el servicio de internet (espacios en salas de computación y blibliteca).4.- Incluir en las secuencias didácticas actividades en internet5.-Llevar a cabo la revisión de los trabajos efectuados con apoyo de internet en presentaciones power point, ante el grupo académico.6.- Solicitar la elaboración de WebQuest a los alumnos.3.- ¿Quién va a enseñar a quién y que le enseñará? ¿ y donde lo harán?.En la tarea de ser docente, esta claro, que el maestro sabelotodo a pasado a la historia, hoy sabemos y así lo aceptamos, que somos acompañantes, guías, facilitadores, que apoyamos a los estudiantes a construir firmemente sus conocimientos, basados en aprendizajes significativos. De este modo, comprendo que habrá situaciones de aprendizaje en donde los alumnos nos apoyarán a dirigir alguna actividad de carácter técnico-operativo para completar una secuencia. Lo llamaría entonces un trabajo colaborativo, de mutua beneficio. Básicamente hablamos de que los jóvenes más avanzados se conviertan en tutores de sus propios compañeros para conocimiento y uso del internet. Estos tutores alumnos, utilizarán todos los medios posibles para asesorar y capacitar a sus compañeros, ya sea directamente en la computadora de la escuela, a través de correo electrónico o Messenger.Conclusión:El internet es una herramienta muy importante –como se nos ha mostrado- que para el quehacer del conocimiento del docente y de los jóvenes es necesario. Para los maestros es una novedad didáctica, para los alumnos un recurso infinito de sabiduría. Su uso debe ser difundido, y su aprovechamiento valorado, efectivamente es parte ya de una habilidad, de un conocimiento y generadora de una y muchas actitudes, es probable que vaya más allá de una competencia. Por ello, también la evaluación de su uso y fin, es muy importante.
Atentamente.
Alejandro Garduño López

La aventura de ser maestro

José M. Esteve
Universidad de Málaga
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Ponencia presentada en las XXXI Jornadas de Centros Educativos
Universidad de Navarra. 4 de febrero de 2003
Tras veinticinco años de recorrido profesional, el autor afirma que se aprende a ser profesor por ensayo y por error. [J1] En el camino deben sortearse distintas dificultades, como elaborar tu propia identidad profesional, dominar las técnicas básicas para ser un buen interlocutor, resolver el problema de la disciplina y adaptar los contenidos al nivel de conocimiento del alumnado.
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La enseñanza es una profesión ambivalente[J2] . En ella te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos.
Como casi todo el mundo, yo me inicié en la enseñanza con altas dosis de ansiedad; quizás porque, como he escrito en otra parte, nadie nos enseña a ser profesores y tenemos que aprenderlo nosotros mismos por ensayo y error[J3] . Aún me acuerdo de mi primer día de clase: toda mi seguridad superficial se fue abajo al oír una voz femenina a mi espalda: “¡Qué cara de crío. A éste nos lo comemos!”. Aún me acuerdo de mi miedo a que se me acabara la materia que había preparado para cada clase[J4] , a que un alumno me hiciera preguntas comprometidas, a perder un folio de mis apuntes y no poder seguir la clase... Aún me acuerdo de la tensión diaria para aparentar un serio academicismo, para aparentar que todo estaba bajo control, para aparentar una sabiduría que estaba lejos de poseer...
Luego, con el paso del tiempo, corrigiendo errores y apuntalando lo positivo, pude abandonar las apariencias y me gané la libertad de ser profesor: la libertad de estar en clase con seguridad en mí mismo, con un buen conocimiento de lo que se puede y lo que no se puede hacer en una clase; la libertad de decir lo que pienso, de ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, de cambiar formas y modificar contenidos. Y con la libertad llegó la alegría: la alegría de sentirme útil a los demás, la alegría de una alta valoración de mi trabajo, la alegría por haber escapado a la rutina convirtiendo cada clase en una aventura y en un reto intelectual.[J5]
Pensar y sentir
El camino y la meta me los marcó Unamuno en una necrológica de Giner de los Ríos, leída por azar en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza: “Era tan hombre y tan maestro, y tan poco profesor -el que profesa algo-, que su pensamiento estaba en continua y constante marcha, mejor aun, conocimiento... y es que no escribía lo ya pensado, sino que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”.
”Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”... [J6] Miguel de Unamuno y su preocupación por enlazar pensamiento y sentimiento... Nunca encontré una mejor definición del magisterio: dedicar la propia vida a pensar y sentir, y a hacer pensar y sentir; ambas cosas juntas. Muchos colegas coinciden en este punto. Mª Carmen Díez, desde la escuela primaria, expresa así su visión actual de la enseñanza: “ahora entiendo la escuela como un sitio adonde vamos a aprender, donde compartimos el tiempo, el espacio y el afecto con los demás; donde siempre habrá alguien para sorprenderte, para emocionarte, para decirte al oído algún secreto magnífico”. Fernando Corbalán, un profesor de secundaria, tras hablarnos de que en clase tenemos que divertirnos, buscar el ansia de saber y propiciar una atmósfera de investigación, concluye: “Y no se piense que sólo se abre la mente a los alumnos. También la del profesor se expande y s[J7] e llena de nuevos matices y perspectivas más amplias, y funciona la relación enriquecedora en los dos sentidos. Mi experiencia, al menos, me dice que algunos de los juegos y problemas con los que he disfrutado, y que sigo utilizando, han tenido su origen en la dinámica de la clase... Y cuando se crea esa atmósfera mágica en clase, con los fluidos intelectuales en movimiento, pocas actividades hay más placenteras”.
Hace tiempo, descubrí que el objetivo es ser maestro de humanidad. Lo único que de verdad importa es ayudarles a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea. Para ello, no hay otro camino que rescatar, en cada una de nuestras lecciones, el valor humano del conocimiento. Todas las ciencias tienen en su origen a un hombre o una mujer preocupados por desentrañar la estructura de la realidad[J8] . Alguien, alguna vez, elaboró los conocimientos del tema que explicas, como respuesta a una preocupación vital. Alguien, sumido en la duda, inquieto por una nueva pregunta, elaboró los conocimientos del tema que mañana te toca explicar. Y ahora, para hacer que tus alumnos aprendan la respuesta, no tienes otro camino más que rescatar la pregunta original. No tiene sentido dar respuestas a quienes no se han planteado la pregunta; por eso, la tarea básica del docente es recuperar las preguntas, las inquietudes, el proceso de búsqueda de los hombres y mujeres que elaboraron los conocimientos que ahora figuran en nuestros libros.[J9] La primera tarea es crear inquietud, descubrir el valor de lo que vamos a aprender, recrear el estado de curiosidad en el que se elaboraron las respuestas. Para ello hay que abandonar las profesiones de fe en las respuestas ordenadas de los libros, hay que volver las miradas de nuestros alumnos hacia el mundo que nos rodea y rescatar las preguntas iniciales obligándoles a pensar.
Cada día, antes de explicar un tema, necesito preguntarme qué sentido tiene el que yo me ponga ante un grupo de alumnos para hablar de esos contenidos, qué les voy a aportar, qué espero conseguir[J10] . Y luego, cómo enganchar lo que ellos saben, lo que han vivido, lo que les puede preocupar, con los nuevos contenidos que voy a introducir. Por último me lanzo un reto: me tengo que divertir explicándolo, y esto es imposible si cada año repito la explicación del tema como una salmodia, con la misma gracia en el mismo sitio y los mismos ejemplos; llevo treinta años oyéndome explicar los temas, en algunas ocasiones, repitiéndolos dos o tres veces en distintos grupos; he calculado que me jubilo el año 2.021 y estoy seguro de que moriré de aburrimiento si me oigo año tras año repitiendo lo mismo, con mis papeles cada vez más amarillos y los rebordes carcomidos. La renovación pedagógica[J11] , para mí, es una forma de egoísmo: con independencia del deseo de mejorar el aprendizaje de mis alumnos, la necesito como una forma de encontrarme vivo en la enseñanza, como un desafío personal para investigar nuevas formas de comunicación, nuevos caminos para hacer pensar a mis alumnos... “pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir...” Desde esta perspectiva, la enseñanza recupera cada día el sentido de una aventura que te rescata del tedio y del aburrimiento, y entonces encuentras la libertad de expresar en clase algo que te es muy querido. Inmediatamente recibes la respuesta: cien alumnos pican el anzuelo de tu palabra y ya puedes dejar correr el sedal, modulas el ritmo de tu explicación a la frecuencia que ellos emiten con sus gestos y sus preguntas, y la hora se pasa en un suspiro -también para ellos-. Y entonces descubres la alegría: ese momento de magia te recompensa las horas de estudio y te hace sentirte útil en la enseñanza.
No hay mejor regalo de los dioses que encontrar un maestro. A veces tenemos la fortuna de encontrar a alguien cuya palabra nos abre horizontes antes insospechados, nos enfrenta con nosotros mismos rompiendo las barreras de nuestras limitaciones; su discurso rescata pensamientos presentidos que no nos atrevíamos a formular, e inquietudes latentes que estallan con una nueva luz. Y, curiosamente, no nos sentimos humillados por seguir el curso de un pensamiento ajeno; por el contrario, su discurso nos libera y nos ensancha creando en nosotros un juicio paralelo con el que reestructuramos nuestra forma de ver la realidad; y luego, extinguida la palabra, aún encontramos los ecos que rebotan en nuestro interior obligándonos a ir más allá, a pensar por nuestra cuenta, a extraer nuevas conclusiones que no estaban en el discurso original... Este es el objetivo: ser maestros de humanidad... a través de las materias que enseñamos, o quizás, a pesar de las materias que enseñamos; recuperar y transmitir el sentido de la sabiduría; rescatar para nuestros alumnos, de entre la maraña de la ciencia y la cultura, el sentido de lo fundamental permitiéndoles entenderse a sí mismos y explicar el mundo que les rodea.
Las dificultades
He hablado de mis precarios inicios en la enseñanza, y de mi visión actual tras treinta años de recorrido profesional; pero, para ayudar a otros a recorrer el mismo camino, tengo ahora que hablar del proceso intermedio, e, inevitablemente, de las dificultades a sortear.
Identidad profesional
El primer problema consiste en elaborar tu propia identidad profesional. Esto implica cambiar tu mentalidad, desde la posición del alumno que siempre has sido, hasta descubrir en qué consiste ser profesor. Y[J12] aquí aparecen los primeros problemas, porque hay enseñantes que no aceptan el trabajo de ser profesor. Las dificultades suelen ser distintas entre los profesores de primaria respecto a los de secundaria.
Entre los de primaria el peor problema es la idealización: la formación inicial que han recibido suele repetir con insistencia lo que el buen profesor “debe hacer”, lo que “debe pensar” y lo que “debe evitar”; pero nadie les ha explicado, en términos prácticos, cómo actuar, cómo enfocar los problemas de forma positiva y cómo eludir las dificultades más comunes. Han aprendido contenidos de enseñanza, pero no saben cómo organizar una clase, ni cómo ganarse el derecho a hacerse oír. Así, se les ha repetido hasta la saciedad la importancia de la motivación para el aprendizaje significativo: “el buen profesor debe motivar a sus alumnos”; pero nadie se ha preocupado de que aprendieran de forma práctica diez técnicas específicas de motivación. Pese a que una de las principales tareas a desarrollar en su trabajo será la enseñanza de la lectura y la escritura, muy pocas diplomaturas de maestro incluyen un curso de lectoescritura, mientras que es frecuente que se dediquen cursos enteros al aprendizaje de la fonética.
Por estos caminos, al llegar al trabajo práctico en la enseñanza, el profesor novato se encuentra con que tiene claro el modelo de profesor ideal, pero no sabe cómo hacerlo realidad. Tiene claro lo que debería hacer en clase, pero no sabe cómo hacerlo. “El choque con la realidad” dura dos o tres años; en ellos el profesor novato tiene que solucionar los problemas prácticos que implica entrar en una clase, cerrar la puerta y quedarse a solas con un grupo de alumnos.
En este aprendizaje por ensayo y error, uno de los peores caminos es el de querer responder al retrato robot del “profesor ideal”; quienes lo intentan descubren la ansiedad de comparar, cada día, las limitaciones de una persona de carne y hueso con el fantasma etéreo de un estereotipo ideal. Desde esta perspectiva, si las cosas salen mal es por que yo no valgo, por que yo no soy capaz de dominar la clase; y, de esta forma, los profesores novatos se ponen a sí mismos en cuestión, y, a veces, cortan los canales de comunicación con los compañeros que podrían ayudarles: ¿cómo reconocer ante otros que yo tengo problemas en la enseñanza, si el “buen profesor” no “debe” tener problemas en clase? Como señala el artículo de Fernández Cruz, la identidad profesional se alcanza tras consolidar un repertorio pedagógico y tras un periodo de especialización, en el que el profesor novato tiene que volver a estudiar temas y estrategias de clase, ahora desde el punto de vista del profesor práctico y no del estudiante de magisterio[J13] .
Entre los profesores de secundaria, el problema de la identidad profesional es mucho más grave. Como señala Fernando Corbalán: “la inmensa mayoría de los profesores de secundaria nunca tuvimos una vocación clara de enseñantes... Estudiamos una carrera para otra cosa (matemático profesional, químico, físico,...)”. En efecto, nuestros profesores de secundaria se forman en unas Facultades universitarias de Ciencias y Letras que, ni por asomo, pretenden formar profesores. En ellas predomina el modelo del investigador especialista. Como resultado de este modelo, el profesor que llega al Instituto para explicar Geografía e Historia, y, con un poco de mala suerte un curso suelto de Ética, se identifica a sí mismo como “medievalista”, ya que, durante los últimos cinco años de su vida, la Universidad le ha insistido en la necesidad de estudiar Paleografía, Epigrafía y Numismática, Latín y Árabe para acceder a los documentos medievales, y se le ha iniciado en el trabajo de Archivo, centrándole en una época histórica muy determinada y permitiéndole olvidar el resto de la historia. Al parecer, nadie se ha puesto a pensar en el problema de identidad que sobreviene a nuestro medievalista cuando se enfrenta a una clase bulliciosa de treinta adolescentes en una zona rural o en un bario conflictivo. El sentimiento de error y de autoconmiseración se apodera de nuestro nuevo profesor. El es un investigador, un medievalista, ha pasado dos veranos en el archivo de Simancas preparando su Tesina entre documentos originales que él es capaz de descifrar... ¿por qué le obligan ahora a enseñar Historia General, que no es lo suyo, y, de paso Geografía y Ética? Y, además, descubre horrorizado que los alumnos no tienen el menor interés por la Historia, y que temas claves de su especialidad -como el apasionante tema de su tesina- se despachan con dos párrafos en el libro de texto.
Para colmo, nuestro futuro profesor de secundaria se da cuenta de que no sabe cómo organizar una clase, cómo lograr un mínimo orden que permita el trabajo y cómo ganarse la atención de los alumnos. Aquí, el problema de perfilar una identidad profesional estable pasa por un auténtico proceso de reconversión, en el que el elemento central consiste en comprender que la esencia del trabajo del profesor es estar al servicio del aprendizaje de los alumnos[J14] . ¡Qué duro resulta comprender esto a la mayor parte de nuestros profesores de secundaria y de Universidad! Ellos son investigadores, especialistas, químicos inorgánicos o físicos nucleares, medievalistas o arqueólogos, ¿por qué van ellos a rebajar sus niveles de conocimientos a la mentalidad de treinta adolescentes bárbaros? ¡Hay que mantener el nivel! -gritan exaltados-, y ello significa, en la práctica, que dan clase para dos o tres privilegiados, mientras el resto de los alumnos van quedando descolgados. Y además, hasta el fin de sus días, vivirán la enseñanza rumiando la afrenta de que la sociedad les obligue a abandonar el Olimpo de su investigación para mantener contacto un grupo de adolescentes.
Por contra, algunos profesores consiguen estar a gusto en su trabajo, y descubren que esto pasa, necesariamente, por una actitud de servicio hacia los alumnos, por el reconocimiento de la ignorancia como el estado inicial previsible, por aceptar que la primera tarea es encender el deseo de saber, por aceptar que el trabajo consiste en reconvertir lo que sabes para hacerlo accesible a un grupo de adolescentes[J15] ... Un viejo maestro me decía que, enseñar al que no sabe está catalogado, oficialmente, entre las obras de misericordia; y, en efecto, hace falta un cierto sentido de la humildad para aceptar que tu trabajo consiste en estar a su servicio, en responder a sus preguntas sin humillarlos, en esperar algunas horas en tu despacho por si alguno quiere una explicación extra, en buscar materiales que les hagan asequible lo esencial, y en recuperar lagunas de años anteriores para permitirles acceder a los nuevos conocimientos. Lo único verdaderamente importante son los alumnos... Esa enorme empresa que es la enseñanza no tiene como fin nuestro lucimiento personal, nosotros estamos allí para transmitir la ciencia y la cultura a las nuevas generaciones, para transmitir los valores y las certezas que la humanidad ha ido recopilando con el paso del tiempo, y advertir a las nuevas generaciones del alcance de nuestros grandes fracasos colectivos. Esa es la tarea con la que hemos de llegar a identificarnos.
Comunicación e interacción
El segundo problema a solucionar para ganarse la libertad de estar a gusto en clase hace referencia a nuestro papel de interlocutor. Un profesor es un comunicador, es un intermediario entre la ciencia y los alumnos, que necesita dominar las técnicas básicas de la comunicación. Además[J16] , en la mayor parte de los casos, las situaciones de enseñanza se desarrollan en un ámbito grupal, exigiendo de los profesores un dominio de las técnicas de comunicación grupal. Por tanto, ese proceso de aprendizaje inicial, que ahora se hace por ensayo y error, implica entender que una clase funciona como un sistema de comunicación e interacción.
Una buena parte de las ansiedades y los problemas de los profesores debutantes se centran en este ámbito formal de lo que se puede y lo que no se puede decir o hacer en una clase. El profesor novato descubre enseguida que, además de los contenidos de enseñanza, necesita encontrar unas formas adecuadas de expresión, en las que los silencios son tan importantes como las palabras, en las que el uso de una expresión castiza puede ser simpático o hundirnos en el más espantoso de los ridículos. El problema no consiste sólo en presentar correctamente nuestros contenidos, sino también en saber escuchar, en saber preguntar y en distinguir claramente el momento en que debemos abandonar la escena. Para ello hay que dominar los códigos y los canales de comunicación, verbales, gestuales y audiovisuales[J17] ; hay que saber distinguir los distintos climas que crean en el grupo de clase los distintos tonos de voz que el profesor puede usar: un tono grave y pausado induce al grupo a la reflexión, mientras que si queremos animar un debate debemos subir algo el tono de voz... etc.
Los profesores experimentados saben qué lugar físico deben ocupar en una clase, dependiendo de lo que ocurra en ella; saben interpretar las señales gestuales que emiten los alumnos para regular nuestro ritmo de clase, y el dominio de éstas y otras habilidades de comunicación requiere entrenamiento, reflexión y una constante actitud de autocrítica para depurar nuestro propio estilo docente. Al final, conseguimos ser dueños de nuestra forma de estar en clase, conseguimos comunicar lo que exactamente queremos decir, y logramos mantener una corriente de empatía con nuestros alumnos.
Disciplina
Otro obstáculo serio a superar, quizás el que genera en los novatos la mayor ansiedad, es el problema de la disciplina. En realidad, es un problema muy unido a nuestros sentimientos de seguridad y a nuestra propia identidad como profesores. En este tema he visto de todo: desde colegas que entran el primer día en clase pisando fuerte, con aires de matón de barrio, porque alguien les ha dado el viejo consejo de que no pueden sonreír hasta Navidad, hasta colegas desprotegidos e indefensos incapaces de soportar el más mínimo conflicto personal. Entre esos dos extremos que van desde la indefensión hasta las respuestas agresivas, el profesor tiene que encontrar una forma de organizar a la clase para que trabaje con un orden productivo. Y[J18] , en cuanto comienza a hacerlo, descubre que esto tampoco se lo han enseñado. Se supone que el “buen profesor” debe saber organizar la clase, pero en pocas ocasiones se le ha contado al futuro profesor dónde está la clave para que el grupo funcione sin conflictos.
El viejo supuesto, según el cual, “para enseñar una asignatura lo único realmente importante es dominar su contenido” encuentra en este campo su negación más radical. Entonces, el profesor descubre que debe atender otras tareas distintas a las de enseñar: tiene que definir funciones, delimitar responsabilidades, discutir y negociar los sistemas de trabajo y de evaluación hasta conseguir que el grupo trabaje como tal. Y esto requiere una atención especial, a la que también hay que dedicar un cierto tiempo. El razonamiento y el diálogo son las mejores armas, junto con el convencimiento de que los alumnos no son enemigos de quienes tienes que defenderte. Mi experiencia me dice que los alumnos son seres esencialmente razonables; es posible que, si te dejas, intenten llevarte al huerto y bajar algo tus niveles de exigencia, pero si la razón te asiste y en ella fundas tu propia seguridad, los alumnos saben descubrir muy bien cuáles son los límites.
Contenidos y niveles
Por último, nos queda el problema de adaptar los contenidos de enseñanza al nivel de conocimientos de los alumnos. El profesor novato tiene que entender que ha dejado la Universidad, tiene que desprenderse de los estilos académicos del investigador especialista, y adecuar su enfoque de los conocimientos para hacerlos asequibles a su grupo de clase. Yo también protesto por el bajo nivel con el que me llegan mis alumnos, pero protestar no sirve de nada, tienes los alumnos que tienes, y con ellos no hay más que una alternativa: o los enganchas en el deseo de saber, o los vas dejando tirados conforme avanzas en tus explicaciones. Hay quien, en salvaguarda del nivel de enseñanza, adopta la segunda opción; pero a mí siempre me ha parecido el reconocimiento implícito de un fracaso; quizás porque, como dije antes, hace tiempo que descubrí que en cualquier asignatura, lo único importante es ser maestro de humanidad.
El orgullo de ser profesor
Y ahora, ya, el tiempo corre en mi contra. No espero nada nuevo del futuro: he hecho lo que quería hacer, y estoy donde quería estar. Es posible que mucha gente piense que ser profesor no es algo socialmente relevante, pues nuestra sociedad sólo valora el poder y el dinero; pero a mí me queda el desafío del saber y la pasión por comunicarlo. Me siento heredero de treinta siglos de cultura, y responsable de que mis alumnos asimilen nuestros mejores logros y extraigan consecuencias de nuestros peores fracasos. Y, junto a mí, veo a un nutrido grupo de colegas, en las zonas rurales más apartadas y en los barrios más conflictivos, orgullosos de ser profesores, trabajando día a día por mantener en nuestra sociedad los valores de la cultura y el progreso[J19] ... entre ellos hay valiosos maestros de humanidad: hombres y mujeres empeñados en enseñar a sus alumnos a enfrentarse consigo mismos desde el preescolar hasta la Universidad.
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MIGUEL DE UNAMUNO (1864-1936)
Escritor, filósofo, humanista. Rector de la Universidad de Salamanca. Autor de una extensa obra literaria en la que destacan sus ensayos, en los que analiza la realidad social con una visión crítica y con una fuerte implicación personal. Se le considera uno de los mejores representantes de la Generación del 98. Su enfrentamiento a la dictadura de Primo de Rivera le llevó al destierro.
FRANCISCO GINER DE LOS RIOS (1839-1915)
Catedrático de derecho de la Universidad de Madrid. En 1876 renuncia a su puesto en defensa de la libertad de cátedra y funda la Institución Libre de Enseñanza, la institución educativa más innovadora en la España de finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Su Residencia de Estudiantes es el centro clave de reunión y de formación de los mejores intelectuales y artistas españoles del siglo XX.

[J1]Lamentablemente es la realidad, el verdadero profesor se forma a través del ensayo y el error.

[J2]El conocimiento es universal, y cada momento aprendes de una área distinta y nunca de deja de aprender, estando en constante aprendizaje

[J3]Efectivamente nosotros aprendemos a conocer cuáles son sus necesidades del conocimiento y a solventarlas

[J4]Ahora lo puedo expresar, pero es una realidad, cuan do uno no tiene la experiencia nos sucede esto, pero es lo que nos va formando.

[J5]Efectivamente uno es libre de planera y buscar estrategias para impartir la cátedra, lo que al final nos da una satisfacción o nos deja una reflexión de haberlo hecho bien o no.

[J6]Como docente se va adquiriendo la capacidad de trasmitir el conocimiento hacerlo sentir y llegar a la satisfacción de haber puesto un granito de arena para que los jóvenes sean productivos en nuestra sociedad.

[J7]Coincido con el autor no solo se abre la mente del alumno si no también del docente, buscando estrategias y paradigmas para el mejor aprendizaje del educando.

[J8]Considero que se debe llevar una evaluación continua, siempre con el afán de apoyar y guiar al alumno.

[J9]Por supuesto debemos tener los cimientos del docente, creando los andamiajes necesarios para el conocimiento.

[J10]Todo profesor, creo que nos hacemos esas preguntas, e ir seguros del tema que se va, trasmitir la importancia del mismo.

[J11]Todo docente debe actualizarse y utilizar las herramientas que tenga a la mano e innovar en la educación.

[J12]Considero que todo docente, cuando empieza esta profesión nos topamos con la identidad de la profesión.

[J13]Quizás muchos de nosotros nos formamos por el ensayo y el error, dándonos cuenta que tenemos que prepáranos y actualizarnos para estar a la altura de las necesidades del conocimiento del alumno.

[J14]Aquí nos encontramos con los paradigmas, en donde nos negamos a actualizarnos y esto no nos permite mejorar nuestras clases, volviéndose monótonas y aburridas.

[J15]hay colegas que tienen el don de la enseñanza y lo hace uno que se siente satisfecho de los logros obtenidos y en el pase del tiempo encontrarse con uno de sus ex alumnos que esta sirviendo a nuestra sociedad como un ente productivo

[J16]el docente debe saber comunicar con los alumnos, utilizando las competencias genéricas y buscando estrategias de enseñanza aprendizaje

[J17]se debe hacer diagnósticos para saber si los jóvenes están adquiriendo el conocimiento

[J18]Mientras mas dinámicas sean las clases, el resultado obtenido será de calidad.

[J19]Muchos colegas se sienten satisfechos con su labor docente, de trasmitir los conocimientos y ver los resultados de que se esperan. Me siento orgulloso de ser profesor y creo que toda persona que realice cualquier trabajo debe de agradarle su tarea a realizar.